A raíz del notable número de casos en los que una empresa que adopta un ERP no ve satisfactorio su desarrollo, analizamos los principales fallos por los que esto ocurre (en esta publicación puedes ver el error nº 1) para, a partir de ahí, plantear cuáles son sus soluciones. Habiendo superado el escalón de la persona que decide qué herramienta se implementa y que vimos anteriormente, es momento de poner la maquinaria en marcha.
El presupuesto es el siguiente punto imprescindible. Una valoración insuficiente o poco realista puede frenar y limitar el desarrollo de la herramienta. De hecho, no poner la suficiente atención a esta cuestión puede alterar no solo el éxito del ERP, sino su máximo aprovechamiento. Colocar un techo de gasto poco realista provocará con toda seguridad mayores costes en la implementación. No consiste en no adoptar un límite en el desembolso, sino en administrarlo correctamente desde un primer momento y, para ello, es necesario analizar bien qué se necesita, cuál va a ser la solución y cómo va a desarrollarse.
A ello se suma la implicación y profesionalidad de los responsables de los departamentos a los que atañe el cambio. Es indudable que unos proveedores de alta calidad trabajando junto a un personal cualificado es sinónimo de éxito. Una tarea en la que deben participar todos los miembros del proceso. Nadie mejor que ellos para conocer cuáles son las carencias y posibles mejoras que ven en su día a día y que pueden ser superadas gracias al ERP. Tal es así que la participación global es clave para la transición.
Y, un punto muy importante que no siempre es tenido en cuenta: es fundamental que durante el desarrollo del ERP no exista otro proyecto paralelo y de gran magnitud que pueda alterarlo. No olvidemos que cualquier cambio, por poco significativo que nos parezca, puede alterar completamente el estudio de implantación del ERP. Por ello, es mejor concentrar todos los esfuerzos en una única mejora significativa y no hallarse con varios frentes abiertos.
En AXAZURE contamos con los profesionales cualificados, con experiencia y que conocen cuál es la solución más adecuada para cada tipo de negocio. De esa forma, se evitan sorpresas e imprevistos una vez que se ha culminado el proyecto gracias al análisis previo, el testeo de la solución con el cliente y la completa documentación del ERP implantado.